MÉLIDA CARO Y LA RUTA DE LA SEDA
- melidacaroescritor
- 3 sept
- 4 Min. de lectura

El Camino de la Seda, que realicé en el año 2009 y que duró dos meses, fue un viaje muy significativo para mí. Mis compañeros fueron 14 australianos —parejas de esposos y esposas—, mi hermana Elizabeth y yo. Este recorrido representó en mi historia personal muchos cuestionamientos, principalmente por la importancia histórica de conocer cómo la seda viajó con Marco Polo en 1265 y recorrió tantos países entre Asia y Europa. ¿Cómo fue posible que un solo comerciante influyera tanto en la conexión de culturas y economías? Nuestro viaje comenzó saliendo de Sídney y llegando al primer destino en China: la ciudad de Beijing.
Beijing, también conocida como Pekín, antigua capital de China, es una ciudad llena de historia y cultura. Visitamos el Palacio de Verano del emperador y su familia, construido en 1750. Este complejo cuenta con un lago artificial, jardines y edificios majestuosos. Por ejemplo, el comedor principal tiene 750 m² y alberga 14.000 pinturas que narran la historia de China. Además, recorrimos el puente de los 17 arcos, adornado con 540 leones esculpidos, y conocimos el Jardín de la Armonía y la Victoria, que incluye un teatro tradicional de tres pisos.
También visitamos la Ciudad Prohibida, que fue la residencia privada de 24 emperadores durante más de 500 años. Alberga 980 edificios y un museo con más de 1,8 millones de objetos valiosos. Allí mismo exploramos el Templo del Cielo, un santuario taoísta donde los emperadores realizaban oraciones para agradecer las cosechas y pedir prosperidad. Uno de sus edificios más impresionantes es el Qinian Dian, con 28 columnas de madera y un triple tejado de tejas azules realmente hermosísimo.
Por supuesto, también conocimos la imponente Gran Muralla China, una de las obras más extraordinarias de la humanidad. Fue construida para proteger al imperio de las tribus nómadas que intentaban invadir desde el norte, especialmente desde Mongolia. Hay varios tramos habilitados para caminar, como los de Mutianyu y Simatai, y nosotros recorrimos parte de ellos. La experiencia fue agotadora, pero la vista era sobrecogedora. ¿Cómo pudieron construir algo tan monumental en condiciones tan adversas?
La Gran Muralla es una fortificación construida entre el siglo V a.C. y el siglo VII d.C., con una longitud total de 21.146 km. Es la obra de ingeniería más extensa y ambiciosa jamás realizada por el hombre. Caminarla es un reto físico, pero también una lección de historia y resistencia. Mientras avanzábamos, no dejábamos de preguntarnos: ¿Cuánta vida, cuánta fuerza y cuánta esperanza quedaron enterradas en sus cimientos? Gran parte de la mano de obra provenía de esclavos capturados durante las invasiones; muchos de ellos trabajaban hasta la muerte, sacrificando no solo su libertad, sino también su cultura y religión. Este hecho le da a la muralla un valor histórico aún más profundo, pues no solo representa el poder imperial, sino también la lucha y el sufrimiento de miles de personas que hicieron posible su existencia.
Durante nuestro recorrido por el Camino de la Seda, también visitamos ciudades habitadas por musulmanes y árabes, que formaban una especie de pasadizo comercial. Estas regiones fueron fundamentales en la historia de la ruta, ya que por ellas transitaban mercancías, viajeros y culturas. Estuvimos en ciudades como Biskek, Taskent, Jiva y Bujará, donde pudimos admirar hermosas mezquitas y las madrazas, que son centros educativos donde se formaban médicos, ingenieros, abogados y líderes religiosos.
Les comparto algunos puntos clave de la alimentación en China
La base de la alimentación en China es el arroz, considerado el alimento más importante y consumido en todo el país. Se sirve en prácticamente todas las comidas y se utiliza como base para una gran variedad de platos.
Además del arroz, existen otros carbohidratos fundamentales, como la pasta, especialmente en forma de fideos, que pueden elaborarse tanto de arroz como de trigo.
En cuanto a las proteínas, las carnes más consumidas son la carne de cerdo, que es la más popular, seguida de la carne de pollo y la carne de pato. En las zonas costeras, el consumo de pescados y mariscos es también muy frecuente.
Dentro de las verduras y hortalizas más utilizadas encontramos el repollo, el brócoli, los pimentones, las berenjenas, los tomates y las zanahorias, que son de las más comúnmente incorporadas en los diferentes platos.
Para las personas que llevan una alimentación vegetariana, la cocina china ofrece una gran variedad de opciones. El tofu es uno de los alimentos principales, muy presente en su dieta y en diferentes preparaciones.
Un elemento fundamental de la gastronomía china son sus salsas y condimentos. Entre ellas destaca la salsa de soya, considerada un ingrediente esencial en muchísimos platos. Además, se emplean el jengibre y el aceite de sésamo, que aportan sabores y aromas muy característicos a la comida.
En cuanto al consumo de frutas, las más habituales son las manzanas, peras, plátanos y melones.
En resumen, la cocina china se caracteriza por la variedad de sabores, la combinación de ingredientes frescos y el uso de condimentos como la salsa de soya, el jengibre y el aceite de sésamo, que hacen de su gastronomía una de las más ricas y reconocidas en el mundo.
Más información la podrán leer en el libro "Nuestros pasos por la tierra", de Raúl Guzmán González, de próxima aparición, en el cual participaré como una de las entrevistadas.
Les dejo mi galería de fotos de la Ruta de la Seda.











































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